Estos criterios, basados científicamente en la caracterización y contextualización de esta etapa de la infancia, analizan e incorporan factores comunes que intervienen en el proceso de los aprendizajes.

Tenemos como eje principal procurar una seguridad afectiva que promueva la estimulación del afán explorativo y manipulativo propios, como fuente de cualquier aprendizaje. El enfoque globalizador se convierte en significativo, al intentar establecer numerosas relaciones entre lo que se conoce y lo que se descubre aprovechando que se hace en grupo.

Incorporamos el enfoque investigador a través del pensamiento científico que les lleva a exponer teorías que luego se han de ampliar y contrastar y eso conduce a la realización de proyectos de trabajo.

Se incorpora el juego como instrumento efectivo y natural a través del cual se desarrollan actividades y roles que son oportunidades para conocer y aprender. Los espacios y los materiales que ponemos a su disposición, pretenden ser múltiples y variados, incorporando materiales comunes de la vida diaria y actual para su interacción con la realidad.

La interacción con el medio ambiente se ve favorecida por la posibilidad de explorar y participar en las actividades de nuestro huerto escolar.

La evaluación global, continua y formativa tiene como referentes los objetivos establecidos para la etapa y está vinculada a todo tipo de situaciones educativas y actividades. Tiene especial interés en esta etapa la información del proceso de desarrollo observado en cada niño/a para una mejor y pronta intervención, en los aspectos de menor desarrollo. Se valorará el progresivo desarrollo de todas las capacidades individuales: físicas, afectivas, sociales e intelectuales. Se evaluará en base a estos criterios:

1. Conocimiento de sí mismo y autonomía personal: Esquema corporal y progresivo control, formación de una imagen personal positiva, respecto y aceptación de las características de los otros.
2. Conocimiento del entorno:
   Se valorará la capacidad de agrupar, clasificar y ordenar, sabiendo identificar objetos y elementos que le rodean y valorando también la capacidad de manifestar actitudes de respeto, cuidado hacia la naturaleza y hacia los diferentes grupos sociales y sus características, incluyendo las manifestaciones culturales y las normas de convivencia.
3. Adquisición del lenguaje y desarrollo de la competencia comunicativa:
   Se valorará la capacidad para expresarse y comunicarse oralmente en situaciones diversas y la capacidad de regular sus emociones y conductas para intentar su comunicación. Especial interés tendrá la evaluación de la capacidad de escuchar y el respeto a los otros.
4. Observación del desarrollo de habilidades expresivas a través de diversos medios y lenguajes: musical, plástico, audiovisual, corporal y el gusto por compartir experiencias comunicativas estéticas.